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Edgar Hernández

El fracaso en emprendimientos tecnológicos en México

Actualizado: 3 feb 2022



Las empresas de base tecnológica, o por sus siglas EBT, son empresas que tienen como fin explotar nuevos productos o servicios a partir de resultados de investigación científica y tecnológica. Se consideran un subgrupo de las pequeñas y medianas empresas (PyMe), con un alto potencial de desempeño y crecimiento dado la mayor preparación de sus fundadores y la intensidad de conocimiento que permite la creación de productos y servicios altamente diferenciados con poca o nula competencia. A pesar de su importancia, existen pocos estudios sobre las circunstancias sobre las que éstas operan, los retos que enfrentan y los problemas que las aquejan. Uno de estos estudios fue conducido por el Instituto del Fracaso a través de 19 entrevistas y 64 encuestas hechas a emprendedores tecnológicos mexicanos que fundaron sus empresas entre los 25 y 40 años de edad. De estos el 88% de ellos contaba con experiencia laboral previa, el 42% tenía estudios de posgrado y el 90% eran hombres, (Sevilla Futura, 2017; Tech Startup Failures in Mexico, 2020). Gracias a esta investigación, pudieron determinar las 10 causas más comunes del fracaso de este tipo de emprendimientos, a continuación te hablaremos de cada una de ellas.


1. Falta de preparación para emprender

Los emprendedores consideran que la preparación universitaria los preparó para ser empleados más que empresarios. Además, también se destaca la falta de preparación económica que le permita al emprendedor enfrentar los periodos de desarrollo antes de que su producto pueda ser lanzado al mercado y empezar a generar ingresos.


2. Estimación incorrecta del tiempo y del esfuerzo requerido

Relacionado al punto anterior, los emprendedores no estiman correctamente los recursos que necesitarán ni el coste de estos. Si no se hace una buena estimación, los proyectos pueden llegar a la quiebra antes de completar el desarrollo de sus productos.


3. Deficiencias en la estrategia

Otro error común es buscar y depender solamente de los clientes grandes, dejando de lado a los pequeños. Esto puede resultar muy atractivo dadas las grandes cantidades que se pueden manejar y la reputación que se puede obtener mientras más grande sea el cliente. Sin embargo, esta es una jugada muy riesgosa para los proyectos pequeños o en etapas tempranas ya que exige de grandes cantidades de recursos, sin mencionar que los ciclos de conversión de efectivo son más prolongados. Por ello es importante planear también a largo plazo, contar con un mercado meta definido y un plan de retención de clientes o usuarios.


4. Falta de habilidades para vender

Los emprendedores tecnológicos suelen ser brillantes y con habilidades técnicas destacables, pero presentan una gran debilidad en las habilidades y conocimientos de venta. La generación de ventas requiere de habilidades sociales por lo que un buen producto o servicio no es suficiente. También es importante saberse promocionar, por lo que los emprendedores deben adaptarse o aliarse con personas que cuenten con estas habilidades.


5. Falta de habilidades sociales (soft skills)

Como se mencionó en el punto anterior, las habilidades sociales suelen ser el talón de Aquiles de muchos emprendedores tecnológicos, quienes no suelen estar habituados a realizar actividades que requieran habilidades sociales, como los negocios, De ahí la importancia de formar un equipo multidisciplinario y diverso que sea productivo, creativo y permita establecer relaciones sociales.


6. Apoyos empresariales del gobierno inadecuados, burocráticos y corruptos

No es una novedad escuchar estos adjetivos calificativos para las instituciones gubernamentales. Es relevante destacar que una participación activa, justa y transparente del sector público es clave para mejorar las condiciones del emprendimiento en el país. La desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor, aunque una pena, resulta un claro ejemplo de este punto.


7. Gestión deficiente o inexperta

Estas empresas suelen ser gestionadas de forma improvisada sin una metodología de gestión adecuada. Esto se deriva de errores y carencias como una estructura organizacional poco definida, problemas de comunicación y el uso inadecuado de los recursos.


8. Aceptar contratos desventajosos

La urgencia de obtener ingresos en las primeras etapas, mientras se lucha por cubrir la nómina y los costos fijos de la empresa, orillan a los emprendedores a aceptar condiciones desventajosas y hasta abusivas por parte de sus primeros clientes. La “inexperiencia”, falta de referencias o poco reconocimiento suelen ser de los principales argumentos empleados para imponer condiciones desventajosas o inferiores a las buscadas por parte de clientes. Al final es mejor no tener ventas a tener malas ventas que deriven en pérdidas o abusos por parte de “clientes” aprovechados.


9. Falta de claridad en la comunicación para evitar lastimar a otros

La frase “No es personal, solo son negocios” lejos de ser un dicho popular es algo que debe aplicarse a la realidad. En la cultura mexicana es común que se suavice el lenguaje para evitar ofender a las personas, sin embargo esto puede provocar problemas de comunicación. Si algo no está yendo bien o alguien no está haciendo un buen trabajo, hay que comunicarse asertivamente para enfocar bien el trabajo.


10. Diferencias de valores, ideologías e intereses entre los fundadores

Este factor se presenta en empresas más consolidadas y surge de diferencias entre los objetivos, intereses e ideologías del equipo fundador. Un ejemplo común son las diferencias que llegan a surgir entre los objetivos de los desarrolladores o investigadores quienes buscan siempre mejorar su tecnología respecto a los socios capitalistas quienes buscan rentabilizar y ganar posición de mercado lo antes posible.


Tras identificar estas causas no solo las autoridades deben tomar medidas, los mismos emprendedores y aspirantes a emprendedores universitarios deben tomar nota. Resalta la necesidad de formación y preparación en materia emprendedora especializada, no basta con lo que se aprende en la carrera y los recursos a los que podemos acceder por parte de nuestra universidad. Uno debe estar en formación integral continua buscando recursos e información en los ecosistemas emprendedores a nivel internacional. Si algo bueno ha traído la pandemia ha sido la aceleración en la integración de la comunidad emprendedora internacional, eventos y comunidades que anteriormente eran de acceso presencial en distintos países ahora cuentan con accesos remotos. Venture Capitals, Angel Hubs y demás organizaciones del ecosistema constantemente brindan formación y recursos a los emprendedores de manera gratuita y de fácil acceso.


El secreto está en aprender a buscar en los lugares correctos, generar una red de contactos amplia y calificada, una asociación multidisciplinaria basada en conocimientos, habilidades complementarias y compromiso, y constante formación integral.


En Complexity & Innovation Hub (CiHub) somos el lugar donde sí ocurre la innovación. Nuestra meta es llevar a las organizaciones al siguiente nivel evolutivo, con diversas metodologías, técnicas y estrategias, capitalizamos sus fortalezas y encontramos caminos que logren la innovación, sostenibilidad y rentabilidad en sus proyectos.

CiHub, el lugar donde sí ocurre la innovación.



 


Referencias

The Failure Institute. (2016). El fracaso en startups tecnológicas en México. Tech Startup Failures in Mexico. The Failure Institute. https://www.thefailureinstitute.com/es/reports/tech-research-2/


Sevilla Futura. (2017). Diagnóstico de las Empresas de Base Tecnológica de la ciudad de Sevilla. Sevilla Futura. https://www.sevilla.org/servicios/economia/recursos-empresariales-empresas-emprendimiento/sevilla-emprendedora-empresas/diagnosticoebt.pdf


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