A menudo escuchamos que generar innovación en nuestra organización nos ayuda a tener una ventaja competitiva en el mercado. Pensamos que eso implica invertir grandes cantidades de dinero, tener laboratorios especializados, desarrollar nuevas tecnologías y contar con personal calificado. Sin embargo, generar innovación no siempre debe estar relacionado con tecnologías y procesos complicados (Labarcés, 2015). En esta nota analizaremos algunas definiciones para entender cómo pasar de invenciones a innovaciones que generen un impacto en la sociedad.
La innovación es un concepto a partir del cual se han realizado un sinfín de investigaciones y estudios. Uno de los primeros autores en utilizar la palabra innovación fue el economista estadounidense Joseph Schumpeter (1934), quien la definió como “el proceso de encontrar aplicaciones económicas para las invenciones”.
Por otra parte, la Real Academia Española (s.f.) define innovación como la “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”. Ambas definiciones tienen diferencias notables entre sí, pero convergen en resaltar la función económica de un bien, ya sea un producto o servicio, así como en la necesidad de su aplicación al mercado, ya que de otra manera la invención no podría ser llamada innovación.
Por último, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OCDE] y la Oficina de Estadística de las Comunidades Europeas [Eurostat] (2006) definen que la innovación es “la introducción de un producto (bien o servicio) o de un proceso, nuevo o significativamente mejorado, o la introducción de un método de comercialización o de organización nuevo, aplicado a las prácticas de negocio, a la organización del trabajo o a las relaciones externas”.
Es importante comprender que la innovación no sólo permite la reestructuración de nuevos mercados, sino que también tiene un gran impacto en la sociedad, en el medio ambiente, en las organizaciones, etc. Existen innovaciones que han marcado el curso de la historia, por ejemplo: la rueda, el automóvil y el internet, que han facilitado de algún modo las labores humanas (Labarcés, 2015).
El desarrollo de computadoras, teléfonos celulares así como de la robótica en general, propician que la innovación se vea asociada meramente con la tecnología, dejando de lado innovaciones que no necesariamente implican un producto tangible, tal como mejoras en métodos y procesos, de los que hablaremos en publicaciones posteriores.
Tim Harford estima que alrededor del mundo surge una innovación radical cada dos meses, sin embargo de manera constante se están generando nuevas ideas que pueden derivar en innovaciones. El proceso de innovar es necesario, pero debe llevarse a cabo con paciencia ya que se trata de una inversión a mediano y largo plazo (Accenture, 2010).
Las diversas definiciones nos hablan sobre inventar, modificar o mejorar un bien, un servicio, un método o un proceso que deberá integrarse al mercado para ser considerado innovación, de lo contrario, sólo se quedará como un invento. Tengamos en mente la siguiente fórmula (OCDE y Eurostat, 2016):
Esas ideas que tienes en mente puedes convertirlas en innovación. Al inicio de esta publicación, comentamos que generar innovación en nuestra organización nos ayuda a tener una ventaja competitiva en el mercado, con lo que hemos revisado hasta ahora, podemos decir que esta afirmación es del todo cierta. En nuestras próximas publicaciones analizaremos los tipos de innovación, tomando como ejemplo a diversas empresas mexicanas que han logrado integrarse exitosamente al mercado en los últimos años, transformando sus ideas en innovaciones. Te llevaremos de la mano para que identifiques cómo implementar los distintos tipos de innovación en tus proyectos o en la organización en la que colaboras.
En Complexity & Innovation Hub (CiHub) somos el lugar donde sí ocurre la innovación. Llevamos a las organizaciones al siguiente nivel evolutivo, mediante diversas metodologías, técnicas y estrategias; capitalizamos sus fortalezas y encontramos caminos que logren la innovación, sostenibilidad y rentabilidad en sus proyectos.
Para nosotros, la innovación es un proceso vivo y ágil que impacta desde adentro hacia el exterior de las organizaciones ya sean empresas privadas, instituciones gubernamentales o asociaciones civiles.
CiHub, el lugar donde sí ocurre la innovación.
Referencias
Accenture. (2010). El arte de innovar y emprender. Cuando las ideas se convierten en riqueza. Fundación de la Innovación Bankinter. https://www.upo.es/upotec/static/upload/files/INNO_3590_FTFXIV_El_arte_de_innovar_y_emprenderv2_.pdf
Labarcés, C. (2015). Aspectos de innovación schumpeteriano: el emprendimiento. El perfil del empresario en el contexto social. Dictamen Libre 17: 73-80.
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y Oficina de Estadística de las Comunidades Europeas. (2006). Manual de Oslo. Guía para la recogida e interpretación de datos sobre innovación. Grupo Tragsa. http://www.itq.edu.mx/convocatorias/manualdeoslo.pdf
Real Academia Española. (s.f.). Innovación. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 30 de junio de 2021 de https://dle.rae.es/innovaci%C3%B3n
Schumpeter, J.A. (1934). The theory of economic development. Harvard University Press.
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