Creatividad e Innovación, son palabras que han caracterizado a las empresas mexicanas. A lo largo del tiempo, se ha desarrollado competitividad causada por la adversidad y exigencias que presentan el mercado. En México, esto se caracteriza por ser dinámico, lo cual ha dado paso al concepto de emprendimiento, presentándose como un agente de cambio, teniendo un crecimiento exponencial en las últimas décadas.
La innovación en las empresas se refiere al proceso que se ejecuta para materializar en el mercado las ideas en forma de nuevos o mejorados productos y servicios, tomando como base dos ejes: La especialización del conocimiento que se requiere para el desarrollo de las ideas. Secundada por la aplicación que permite llevar la idea en forma de producto o servicio al mercado, auxiliándose de las tecnologías emergentes.
A través del tiempo hemos presenciado profundos cambios tecnológicos, que han llevado al surgimiento de nuevos modelos de negocio, con la introducción de variables desconocidas que se engloban en cuatro revoluciones industriales:
Si bien, México se ha ido adaptando a los cambios tecnológicos y por ende adoptando la innovación como uno de sus ejes de desarrollo, aún presenta un sistema de innovación frágil, debido a que se está trabajando en un ambiente más propicio que dé lugar a la implementación de innovación.
Las pymes mexicanas adoptan un papel fundamental en la adopción de nuevas tecnologías, tomando sus propias iniciativas en esta etapa donde la capacidad y el talento están en su auge y como consecuencia la población creativa ha comenzado a crecer de manera exponencial, tomando la innovación como un proceso acumulativo, colectivo e incierto
A pesar de esto, México aún tiene retos para el establecimiento de un ambiente propicio que permita la evolución de la innovación en la industria, cuestión que ha mejorado gracias a la resiliencia que han presentado las empresas, así como su adaptación al cambio.
